domingo, 14 de septiembre de 2008

La Bestia




Escondido en el bosque, esperaba el sequito de razón, pero sus demonios tomaron ventaja y fueron a la cacería, esperaba que algo lo hiciera desistir, el la amaba.
Esperaba la luz destellante del sol, que hasta ahora era impenetrable.

Pero el destello no llego y se adentro en el abismo del bosque, tratando de encontrar receloso en el paisaje esa cabaña que había visto en la foto junto a ella y ella junto a alguien que no era el, de repente sus pasos tornaron arrítmicos, casi primitivos, se abalanzaban sobre una maleza alterada, comiendo tierra… ¡ahí estaba!, ¡la había visto!, esa tenia que ser la cabaña, así que corrió hacia ella y al llegar a la puerta principal con el ímpetu de un suspiro pudo derribarla. Ya adentro como un caníbal que seguía el aroma de su victima, subió las escaleras, abrió la puerta de en medio y fue ahí cuando la vio… por primera vez, como nunca, con una sonrisa impregnada a unos ojos, sus ojos a un alma, su alma a un sexo, reencontrándose cíclicamente y el ahí… parado, con catorce años llegando tarde, en esos catorce años de olvido, de nunca existir en ella, soltó una lagrima…por ese helar de momentos inexistentes, no ser el su tiempo, su ser escuchado en la cama, su Lumiere, -Bang Bang-.. fue en ese recuerdo que la bestia murió.